El recorrido histórico de la sagrada Síndone está repleto de claroscuros. No obstante, gran parte
de la historia de la Sábana Santa (sobre todo desde la segunda mitad del siglo XIV) es
actualmente notoria; gracias al empeño de recopilación, investigación y contraste de fuentes por
parte de eruditos (creyentes y no creyentes) y científicos de toda corte, escuela y procedencia,
que han aunado esfuerzos por alumbrar una versión no estereotipada exenta de mitos y leyendas sobre
el origen y la cronología del
Sudario de Turín,
podemos afirmar que la reconstrucción cronológica de la Sábana Santa es altamente fiable.
El esbozo que recreamos aquí, o la línea cronológica que abarca y coincide con
el origen de nuestro calendario, pretende señalar las fechas más sobresalientes y destacadas en las
que, de manera contrastada, se han sucedido hechos importantes y dignos de mención en lo que
respecta a la ubicación, posesión, ostensiones y toda clase de acontecimientos fundamentales en la
biografía de la Síndone de Turín, incluyendo desastres naturales, escritos y reseñas históricas
curiosas, etc. Los estudios acerca de su composición y origen, por ser más extensos, a pesar de que
debieran estar incluidos en la línea cronológica de la
historia de la Sábana Santa,
forman parte de un tema monográfico tratado de manera individual en el artículo
estudios, análisis e investigaciones de la Sabana Santa,
tras el segundo período.
Nuestra línea cronológica (o timeline) debería ser prologada de forma
ineludible por la narración bíblica que habla acerca de la existencia del Sudario, dado que es la
fuente oficial cristiana más antigua. De su exégesis se desprende el origen de la que hoy día
podría considerarse la pieza de tela más misteriosa en el mundo; el lienzo que podría haber sido
pintado por la mismísima mano (o cuerpo) de Dios; la obra de arte suprema (Junto con el Pañolón de Oviedo).
Citamos a continuación los escritos de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, Evangelistas
del Nuevo Testamento, en el momento en que hacen mención a los cuidados del cuerpo de Cristo tras
la muerte en la cruz. Con estos textos nace la historia de la Sábana Santa:
«Al caer la tarde, llegó un hombre rico, llamado José, Natural de Arimatea
(...) Éste se presentó a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato mandó que se lo entregaran.
José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia y lo puso en un sepulcro nuevo que había
hecho escavar en la roca.» (Mateo 27, 57-60; «La Biblia didáctica», SM-PPC).
«Pilato (...) otorgó el cadáver a José. Éste compró una sábana, lo bajó, lo
envolvió en la sábana, lo puso en un sepulcro excavado en roca e hizo rodar una piedra sobre la
entrada del sepulcro.» (Marcos 15, 44-46; «La Biblia didáctica», SM-PPC).
«Había un hombre llamado José (...) Era Natural de Arimatea (...) Este José
se presentó a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Después de bajarlo, lo envolvió en una sábana y
lo puso en un sepulcro excavado en la roca, donde nadie había sido sepultado todavía» (Lucas
23, 50-53; «La Biblia didáctica», SM-PPC).
«Después de esto, José de Arimatea (...) fue y tomó el cuerpo de Jesús. Llegó
también Nicodemo (...) con unos treinta kilos de una mezcla de mirra y áloe. Entre los dos se
llevaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron con vendas de lino bien empapadas en la mezcla de
mirra y áloe (...)» (Juan 19, 38-40; «La Biblia didáctica», SM-PPC).
AÑO 30: Tras la crucifixión y muerte de Jesucristo, éste fue embalsamado
y envuelto en una tela de lino por José de Arimatea y seguramente Nicodemo, quienes lo depositaron
en la tumba excavada en roca, para luego rodar una piedra pesada de grandes dimensiones sobre la
entrada. Un día y medio después, la Sábana Santa se encuentra en el sepulcro vacío, donde no se
halla rastro del cuerpo de Jesús. Las primeras fuentes históricas que hablan de la ubicación de la
Síndone,
hacen referencia a un viaje de Jerusalén a Edessa (Actualmente Urfa, Turquía), y que la santa
imagen que contenía, convirtió al cristianismo al Rey Abgar V. Existen referencias en el Evangelio
y numerosas fuentes históricas que describen cómo se guarda la Síndone, plegada en cuatro
(tetradiplón), razón por la cual la impronta de la Sábana Santa posee el aspecto actual.
AÑO 201: Existen fuentes que describen cómo una inundación que acaeciera
en Edessa deteriora la «Iglesia de los cristianos», lugar donde muy probablemente se encontrara la
Sagrada Síndone bajo la protección o al menos consentimiento del Rey Abgar VIII «El Grande».
AÑO 216: Comienza la dominación romana en Edessa; durante un período
extenso de tiempo, se pierde la pista al emplazamiento de la Sábana Santa, seguramente (a
continuación justificamos esa línea argumental) escondida por los fieles por temor a que fuera
destruida.
AÑO 525: Una nueva inundación azota los límites de Edessa, provocando
severos daños a la ciudad. En algún momento tras el desastre, quizá durante los trabajos de
reconstrucción emprendidos, se encuentra la Sábana Santa en el interior del muro de un nicho a la
entrada de Edessa. Muchos relatos de aquella época hablan del hallazgo y posterior reconocimiento
de la reliquia, cuya imagen se convierte casi inmediatamente en fuente de inspiración para los
artistas de aquella época que, a juzgar por las coincidencias que presentan sus obras con la
sagrada Faz impresa en la Síndone, utilizaron el aspecto y geometría originales para realizar sus
pinturas e iconos, convirtiendo la impronta de la Sábana Santa en la imagen característica y
singular del semblante de Jesús que conocemos hoy.
AÑO 723: En la época donde nace la iconoclastia, en el imperio bizantino
y musulmán, comienzan a ser destruidas las imágenes que representan a Jesús de Nazaret, aunque la
Sagrada Síndone, en poder musulmán, permanece intacta.
AÑO 943: Las negociaciones entre el ejército bizantino a las puertas de
la ciudad de Edessa y su gobernador musulmán, en el curso de la guerra que enfrentaba al sultanato
árabe e imperio bizantino, llevan a cabo una delicada y crucial operación: El general bizantino
ofrece como moneda de cambio a 200 prisioneros musulmanes y recibe el Sagrado Sudario. El 15 de
agosto del siguiente año, la
Sábana Santa
llega a Constantinopla en medio de una gran celebración, quedando señalada en el calendario la
fecha del día 16 de agosto como la festividad que rememora su entrada. La Síndone, llamada
Mandylion (pañuelo) porque se conservaba plegada ocho veces, en su cara visible mostraba el
rostro de Jesús. Se la denominaba «acheropita»: no hecha por mano humana. Es atesorada junto
con otras reliquias en la capilla Pharos, dentro del Palacio Imperial de Constantinopla.
AÑO 1130: Desde la Europa del Este, el monje normando Orderic Vitalis,
entre otros, deja evidencias escritas donde menciona al Sudario de Edessa, haciendo referencia la
«impresión sobrenatural» de las heridas que en él se representan.
AÑO 1147: Luis VII, Rey de Francia, venera la Sábana Santa en su viaje a
Constantinopla.
AÑO 1171: Manuel I presenta al rey de los Latinos de Jerusalén, Amalrico,
la Sábana Santa y algunas otras reliquias de la Pasión.
AÑO 1204: Constantinopla es tomada por la IV Cruzada. La ciudad y sus
tesoros son saqueados, y vuelve a desaparecer el rastro histórico de la sagrada Sábana. Robert de
Clary, reconocido cronista de los hechos acaecidos durante la IV Cruzada, hace mención a la pérdida
de la reliquia y al vacío de conocimiento respecto a la localización de la misma, aunque otros
historiadores mantienen la hipótesis que sitúa la Sábana Santa en Europa, donde fuera conservada y
custodiada por los Templarios durante siglo y medio.
AÑO 1205: En esta época, y durante un siglo, sólo hacen referencia al
paradero de la Sábana Santa los escritos de la Orden de los Caballeros Templarios. Se habla de que
profesaban culto a un hombre barbado que seguramente fuese la imagen del Mandylion. Como referimos
anteriormente, la reliquia mostraba el (muy probable) semblante de Jesucristo en su cara visible.
También se encuentra una obra pictórica semejante al sagrado Sudario en los alrededores de una casa
templaria situada en Templecombe, Inglaterra, copia del original.
AÑO 1307: Felipe el Hermoso, rey de Francia, ordena el 13 de octubre de
1307 el arresto de la orden Templaria (orden caballeresca de los Cruzados) por herejía, acusada de
llevar a cabo cultos clandestinos no cristianos. En el edicto que proclama habla de la «idolatría
de la cabeza», a pesar de que la reliquia no fuera encontrada.
AÑO 1314: La orden del Temple es disuelta y el 19 de marzo, Jaques de
Molay, gran Maestre y Godofredo de Charnay, su lugarteniente y también Comendador de Normandía,
mueren abrasados en la hoguera, reclamando su inocencia.